Tos


TRATAMIENTO NO ESPECÍFICO DE LA TOS

El tratamiento no específico de la tos actúa incrementando el umbral del reflejo de la tos a nivel central o alterando los factores mucociliares. Además existen fármacos que alteran el reflejo tusígeno por incremento o disminución del volumen de las secreciones o alterando su composición.

Los principales fármacos que actúan inhibiendo el reflejo de la tos a nivel central son los derivados opiáceos. Todos tienen acción antitusígena. La codeína es el más eficaz y el más utilizado. Como efectos adversos, produce naúseas, sudoración, estreñimiento, disminución de las secreciones bronquiales y depresión respiratoria. Otros de la misma familia son la dihidrocodeína o el dextrometorfano, que posee una actividad antitusígena similar a la codeína. La indicación de estos fármacos es la tos irritativa, en donde podemos administrar codeína (15 mg, 3-4 veces al día) o el dextrometorfano (15 mg, 4 veces al día).

Existen otros fármacos que, no siendo específicamente antitusígenos poseen cierta actividad como tales, actuando a diferentes niveles del reflejo tusígeno. Así, el bromuro de ipratropio, un anticolinérgico inhalado que produce disminución de las secreciones respiratorias y broncodilatación, es efectivo como antitusivo en pacientes con bronquitis crónica o tos persistente tras infección de las vías aéreas superiores(17).

Por otra parte es conocido que en diversas enfermedades respiratorias crónicas, la secrección condiciona alteraciones de la ventilación pulmonar. Ello se debe al aumento en el volumen o a los cambios en la composición química, condicionando alteraciones de la viscoleasticidad, que junto con la frecuente alteración ciliar dificultan el aclaramiento mucociliar. El empleo de fármacos modificadores de la secreción bronquial puede estar justificado en estas enfermedades en las que las condiciones de secreción y transporte del esputo están alteradas y resulta difícil la expectoración (bronquitis crónica, bronquiectasias o fibrosis quística). En este sentido, distinguimos dos tipos de medicamentos: mucolíticos y expectorantes. Los primeros modifican las características físico-químicas de la secrección bronquial, haciendo la expectoración más cómoda y eficaz. Se denominan expectorantes a los medicamentos que activan la expulsión de esputo.

Dentro de los mucolíticos, la dornasa es una enzima que despolimeriza el DNA que se encuentra en cantidad importante en el esputo en presencia de infección. Se utiliza en la fibrosis quística, donde ha demostrado ser un fármaco prometedor. Otros, frecuentemente utilizados son la acetilcisteina, bromhexina y ambroxol.

Dentro de los expectorantes, podemos citar el glicerol yodado, yoduro potásico, guaifenesina y amiloride.

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