Prevalence of persistent blood eosinophilia: relation to outcomes in patients with COPD.

Casanova C, Celli BR, de-Torres JP, Martínez-Gonzalez C, Cosio BG. Pinto-Plata V, et al.

Eur Respir J. 2017 Nov 22; 50(5)

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Abstract

The impact of blood eosinophilia in chronic obstructive pulmonary disease (COPD) remains controversial.To evaluate the prevalence and stability of a high level of blood eosinophils (≥300 cells·μL-1) and its relationship to outcomes, we determined blood eosinophils at baseline and over 2 years in 424 COPD patients (forced expiratory volume in 1 s (FEV1) 60% predicted) and 67 smokers without COPD from the CHAIN cohort, and in 308 COPD patients (FEV1 60% predicted) in the BODE cohort. We related eosinophil levels to exacerbations and survival using Cox hazard analysis.In COPD patients, 15.8% in the CHAIN cohort and 12.3% in the BODE cohort had persistently elevated blood eosinophils at all three visits. A significant proportion (43.8%) of patients had counts that oscillated above and below the cut-off points, while the rest had persistent eosinophil levels <300 cells·μL-1 A similar eosinophil blood pattern was observed in controls. Exacerbation rates did not differ in patients with and without eosinophilia. All-cause mortality was lower in patients with high eosinophils compared with those with values <300 cells·μL-1 (15.8% versus 33.7%; p=0.026).In patients with COPD, blood eosinophils ≥300 cells·μL-1 persisting over 2 years was not a risk factor for COPD exacerbations. High eosinophil count was associated with better survival.

COMENTARIOS (Revisor Dr. Adolfo Baloira)

Este artículo utiliza los pacientes de dos cohortes, la española CHAIN y la cohorte BODE, para investigar el impacto de la presencia de una concentración elevada de eosinófilos en la sangre periférica en la historia natural de la EPOC. La definición de eosinofilia se basó en tener más de 300 eosinófilos/ml. Un dato importante, se realizaron un mínimo de tres determinaciones, lo que permitió conocer el grado de variabilidad de estas células. Se definieron 3 poblaciones: eosinófilos permanentemente elevados (> 300/ml siempre), fluctuantes (al menos una vez > 300/ml) y permanentemente bajos (siempre < 300/ml). El objetivo fue conocer el impacto de la eosinofilia en las exacerbaciones, hospitalizaciones y mortalidad.

En total, entre las 2 cohortes se identificaron 732 pacientes con EPOC y 67 fumadores sin EPOC (controles) de la cohorte CHAIN con al menos 3 determinaciones de eosinófilos sanguíneos durante 2 años. La proporción de pacientes y controles con eosinofilia persistente fue similar, en torno al 15%. El uso de corticoides inhalados no tuvo influencia en estos porcentajes. Las características basales de los pacientes, tanto funcionales como clínicas, fueron similares en las tres poblaciones. El porcentaje de pacientes con al menos una exacerbación moderada en los primeros 12 meses no mostró diferencias significativas entre los tres grupos (30,1%, 24,2%, 22,8%, p = 0,302). Sólo el % de los pacientes tuvieron al menos 2 exacerbaciones moderadas. La proporción de pacientes que tuvieron que ser hospitalizados fue 7,4% (no eosinofilia), 6,3% (eosinofilia intermitente) y 2,4% (eosinofilia persistente). Aunque no alcanzó significación estadística, posiblemente debido al escaso número de hospitalizaciones, parece haber una tendencia a menos hospitalizaciones en la población con eosinofilia persistente. Lo mismo sucedió con la mortalidad, con un menor porcentaje en esta última población. En la cohorte BODE, con un seguimiento medio de 130 meses, la mortalidad en los 3 grupos respectivamente fue 34,4%, 30,5% y 15,4%, p = 0,06. Si se compara la población con eosinofilia persistente versus el resto, la diferencia si es significativa (15,8% vs 33,7%, p = 0,008). El porcentaje de pacientes en tratamiento con corticoides inhalados fue similar en los tres grupos, entre 59% y 68%.

Estos datos parecen indicar que los pacientes con eosinofilia persistente podrían tener un mejor pronóstico, con tendencia a un menor número de exacerbaciones, sobre todo con hospitalización y mayor supervivencia. Se podría postular, dado el elevado porcentaje de pacientes tratados con corticoides inhalados, que este tratamiento beneficiaría sobre todo a los pacientes con eosinofilia persistente, sin poder descartar algún efecto perjudicial en los que no alanzan este umbral de eosinófilos.

Dado que ninguna de las cohortes estaba diseñada específicamente para estudiar la eosinofilia, y no se midió de forma reglada en todos los pacientes, estos resultados animan a realizar un estudio cuyo objetivo primario sea el impacto de la eosinofilia en las exacerbaciones y mortalidad en pacientes con EPOC en tratamiento con corticoides inhalados

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